Los mensajes de igualdad llegan para quedarse

Piensa en el concepto de publicidad. Seguramente, lo primero que se te venga a la cabeza sea una imagen idílica de alguien consumiendo felizmente un producto que le ha revolucionado la vida desde que lo compró por primera vez.

Pero las fórmulas se agotan y la sociedad avanza, y los publicistas se han dado cuenta de ello. Este 2017 ha sido un año en el que el activismo ha tomado fuerza, tanto en igualdad de género como en igualdad racial (especialmente, en Estados Unidos).

Por eso, ese año hemos podido ver spots que integran reivindicaciones social, conectando así con su público y olvidándose de mostrar esa clásica imagen irreal. Las marcas saben que los consumidores han tomado el control, que el consumo se ha democratizado, y apuntarse a una causa es un tanto a favor para una marca.

Algunos ejemplos de ellos son Nike, con su alegato por la igualdad racial, Scoteex cambiando a su mascota habitual por perritos abandonados a los que se podía adoptar a través de su web o el polémico anuncio de Pepsi en el que Kendall Jenner se unía a una manifestación.

Hablando de este error, si quieres conectar con las luchas sociales, hazlo de una manera emocional, y no frivolizando con el tema.

Los tiempos han cambiado, y que las reivindicaciones formen ya parte del mundo publicitario no es algo negativo per se. Es cierto que una empresa, en última instancia, lo que persigue es vender su producto, y aprovechar un movimiento social puede parecer, o ser algo interesado. Pero eso no quita el reconocimiento a la causa, a su fuerza y su presencia. Si lo que empieza a defender una minoría acaba llamando la atención de grandes marcas, el camino parece ser el correcto, ¿no crees?